viernes, 28 de febrero de 2014

Editorial Diciembre 2013







A nombre de la familia Martínez de Aguilar Velásquez, enviamos una sentida condolencia al Maestro Horacio Franco, por la pérdida de su hermana Leticia, que Dios le brinde la fortaleza para sobrellevar estos momentos difíciles.

Felicidades al Dr. Manuel Pimentel Hernández y a su familia por la apertura de su clínica Hola Bebé 4D en la ciudad de Veracruz ¡Enhorabuena!

Muchas felicidades a Mariana Martínez Villagómez, a Cristian López Magro y a sus familias por la llegada de Elisa, quien fortalecerá su amor día con día.

Muchas felicidades a Alma Ghandi Jiménez Castro, a Cuauhtli Rodolfo Navarro Hernández y a sus familias, por su unión matrimonial, que sea el comienzo de una hermosa familia.


Diciembre un mes de esperanza, de renovación, de reflexión y en el que los ánimos de plantearse nuevas metas o retomar las olvidadas durante el año se convierten en el objetivo a perseguir durante los próximos 12 meses.
La época navideña también permite que las familias se reúnan para compartir anhelos, ilusiones y tiempo juntos.
Y así como el cuento de Navidad de Charles Dickens, cada uno de nosotros tenemos la oportunidad de cambiar el destino de nuestras vidas y dejar a un lado la soberbia, el egoísmo, la avaricia para convertirnos en personas generosas, amables, empáticas, buscar la solidaridad y la unión como sociedad.
Recordemos, que los cambios no se dan de la noche a la mañana, se debe trabajar en lo espiritual, en nuestro interior para poder reflejarlo y cambiar nuestro alrededor.
El ejemplo más claro lo vivimos los oaxaqueños y los visitantes durante el Congreso Mundial de las Ciudades Patrimonio, un tema de discusión, con muchos matices, pero lo relevante es que nos quedó claro que con voluntad política sí se puede, en cuestión de días se logró lo que durante años ha parecido imposible, el Centro Histórico y, sobre todo, el Zócalo limpio, libre de ambulantes, de malos olores, de paredes pintarrajeadas, con un policía en cada esquina que permitía que uno se sintiera seguro al caminar por el corazón de la capital oaxaqueña, como en los viejos tiempos y poder disfrutar de nuestra ciudad. ¡Ese es el Oaxaca que todos queremos, en el que reine la paz y podamos vivir tranquilamente! Aún no es tarde para que el gobierno retome las riendas del Estado y logre estos cambios que urgen a Oaxaca.

¡Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo 2014!







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